Lo que nos gusta de ir con autocaravana es que puedes ir sobre la marcha, no hace falta reservar y si me apuras, planear, tampoco.
No teníamos claro dónde íbamos a ir, si habíamos mirado alguna zona de Francia que nos gustaba, como el P. Ariégeoises, Mont Blanc… pero nos decidimos finalmente por el Parque National des Écrins.
De camino pasamos por la Provence, y yo, desde hace mucho tiempo tenía pendiente visitar los campos de lavanda en flor. Así que pasamos una noche en Sault, pueblo muy bonito y donde pudimos hacer una pequeña ruta en bici, buscando campos de lavanda.
Allí dormimos en una zona habilitada para AC, coincidiendo con muchos jubilados franceses que iban a ver el Tour, que este año ascendía dos veces al Mont Ventoux.
Conocimos allí a un matrimonio mayor, ella había hecho deporte toda la vida (bici de carretera, alpinismo…) y todavía seguía haciendo, ahora ya bici eléctrica. Nos contaba que nunca había abandonado el deporte, incluso cuando cayó y la tuvieron que operar. Hasta aquí todo «normal», pero aluciné cuando nos dijo que tenía 84 años. Una historia realmente motivadora.
Enchantée Madame! 🙂
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